Con sus más de 1.300 obras, el Museo del Prado es posiblemente la mayor concentración de obras maestras por metro cuadrado. Su colección de pintura española, italiana y flamenca lo hacen único, y se encuentra en Madrid.
El Museo del Prado es la mayor pinacoteca de pintura clásica del mundo; se encuentra entre los diez mejores museos del mundo, según millones de internautas que han votado en la lista de Travellers Choice de Trip Advisor.
En palabras de Alfonso E. Pérez Sánchez, antiguo director de la institución, este museo «representa a los ojos del mundo lo más significativo de nuestra cultura y lo más brillante y perdurable de nuestra historia».
Nacimiento y anécdotas
El proyecto arquitectónico nació en 1786 gracias a Carlos III, pero no fue hasta el 19 de noviembre de 1819 cuando se inauguró discretamente el entonces denominado Museo Real de Pinturas.
Son varias las anécdotas curiosas de la historia del Prado; entre ellas destacan, por ejemplo, las siguientes:
-Picasso fue su director, aunque debido al estallido de la guerra civil nunca llegó a desempeñar el cargo;
-El actor Tony Leblanc nació en sus instalaciones, puesto que su padre era conserje y vivían en el edificio, y también trabajó como botones de la institución;
-Sufrió al ladrón más torpe jamás conocido, un hombre que trató de colarse en el museo en 1961 pero que cayó desde el tejado falleciendo en el acto; portaba en su bolsillo una nota con las condiciones que exigía a cambio de la devolución de las obras robadas.
-Entre su colección está una réplica de La Gioconda, descubierta en 2012 entre los fondos de la pinacoteca.
No es un museo al uso porque no es enciclopédico como sí lo son la National Gallery, el Hermitage, el Metropolitan o el Louvre, donde tienen varias escuelas a lo largo de una línea de tiempo que llega hasta la actualidad. Lo que lo convierte en único es la riqueza de sus piezas por la importancia de sus autores.
