Sergio García, nuevo maestro del golf mundial, situarse en la élite mundial en un deporte como el golf es una constante de sacrificio, tenacidad, disciplina y mucho, mucho trabajo, además de una pelea contra sí mismo.
Situarse en la élite mundial en un deporte como el golf es una constante de sacrificio, tenacidad, disciplina y mucho, mucho trabajo, además de una pelea contra sí mismo. Aunque creamos que el golf no es un deporte de masas lo practican unos 300.000 españoles, es por ello que tenemos una de las mejores canteras del mundo.
De esa cantera salió el gran Severiano Ballesteros, sin duda el mejor golfista que ha dado la historia de este país. También tenemos a José María Olazábal, otra estrella que ahora mismo no vive su mejor momento porque las lesiones no le dan tregua. Y, desde ayer, Sergio García se une a esos pocos que pueden decir que han ganado un “major” como es el Masters de Augusta. Entre los tres suman cinco chaquetas verdes, que es el mejor trofeo que te puedes llevar de Augusta, el montante económico del premio es lo de menos.
La eterna promesa a la que llamaron El Niño, Sergio, ayer se consagró en el mejor escenario posible. Su carrera es digna de todo tipo de halagos, pero el no ganar un grande lastraba el brillo de su estrella. También es cierto que ser coetáneo de un estratosférico Tiger Woods le ha frenado su reconocimiento como profesional.
De la gran lección que Sergio García ha dado esta semana podemos aprender muchas cosas: la suma del talento, el trabajo, y la fe en uno mismo es la receta infalible para convertir tus sueños en realidad. La fe que Sergio no tuvo en otros años, como en 2014 cuando dijo aquello de “Quizás no esté hecho para ganar un grande”; el talento que ya sabíamos que tenía pero que su negatividad le impedía desarrollar; o el trabajo, con el que ha mejorado sus puntos débiles, han dado como resultado su primer gran torneo haciendo historia.
Además, ha ganado justo el día en el que Severiano Ballesteros habría cumplido 60 años. Todo un guiño al de Pedreña, que ya una vez auguró a Sergio un futuro con una chaqueta verde.
Pero Sergio es solo una muestra del talento que tenemos en este deporte. Posiblemente estemos asistiendo al comienzo de la edad de oro del golf español: Rafa Cabrera Bello, Pablo Larrazábal, Jon Rahm que en su primer grande con 22 años ha quedado entre los 30 mejores, y un largo etcétera de jóvenes que vienen empujando fuerte.
